Introducción
La arquitectura europea es una de las más antiguas y reconocidas en el mundo. Ha influido en las diferentes corrientes arquitectónicas que existen en la actualidad y su estilo se puede encontrar en edificios de diferentes partes del mundo. En este artículo, hablaremos sobre las características que definen la arquitectura europea y cómo ha evolucionado a lo largo de los años.
Un repaso al origen de la Arquitectura Europea
La arquitectura europea se remonta a la Edad Media, donde se construyeron muchas catedrales, basílicas y otros edificios religiosos que todavía podemos admirar hoy en día. En esos tiempos, la arquitectura gótica era la más predominante y se caracterizaba por sus arcos apuntados, sus vidrieras que dejaban pasar la luz y sus detalles ornamentales.
Durante el renacimiento, la arquitectura europea experimentó un cambio radical. Los edificios comenzaron a ser más simétricos y proporcionados y el uso de la técnica de perspectiva dio lugar a matices precisos y nítidos nunca antes vistos. Se utilizaron pilares, columnas y arcos para dar lugar a un estilo más sobrio pero a la vez bello y armónico. Algunos de los edificios más destacados de este período son el Palacio Pitti en Florencia y el Palacio de Versalles en Francia.
Arquitectura Barroca y Rococó
Después del Renacimiento, la arquitectura europea se dividiría en dos estilos diferentes: el barroco y rococó. El barroco se caracterizaba por la ostentación y el grandilocuente uso de las decoraciones. Se utilizaban los materiales más caros y el objetivo era la exhibición de poder y riqueza. La iglesia Católica fue la principal patrocinadora del estilo barroco, y se puede observar en la Basílica de San Pedro en Roma.
Por otro lado, el rococó se centraba en la elegancia, la gracia y la delicadeza. Los edificios rococó eran más ligeros y ornamentales que los barrocos y se utilizaban en ellos diferentes temas inspirados en la naturaleza. Un ejemplo de ello es el Palacio de Sanssouci en Potsdam, Alemania.
Arquitectura Moderna
La arquitectura moderna europea presenta un enfoque más minimalista en comparación con los estilos decorativos del Barroco y del Rococó. Este estilo se enfoca en formas geométricas y en la eliminación de detalles sobresalientes para crear estructuras claras y simples. La Arquitectura moderna se destacó en el siglo XX ya que permitió la construcción de edificios más altos y más grandes. Los edificios más representativos de este estilo son la Torre Eiffel en París y el edificio del Parlamento alemán en Berlín.
Conclusiones
En conclusión, la arquitectura europea es un estilo en constante evolución, cuya historia se puede remontar a la Edad Media. Cada período de la arquitectura europea ha dejado su huella, y los estilos Barroco, Renacentista y Rococó aún pueden ser vistos en edificios en toda Europa. La arquitectura moderna es una nueva forma de expresión que ha permitido la construcción de edificios más altos y dinámicos. La arquitectura europea no solo se limita a los edificios religiosos, Palacios y monumentos históricos, sino también se encuentra en las casas privadas y edificios comerciales. La arquitectura europea es un testimonio de la historia de Europa y seguirá siendo relevante en el futuro debido a su impresionante técnica y estilo.